No más batallas frente al espejo

Después de terminar con las dos botellas de ron, de acabar de fumar, de terminar de pelearse con él reflejo, decidió pararse y dejar los vicios en esa habitación, pues en realidad no llevan a nada bueno. Por fin él esta en paz con él reflejo. Después de varios días, ha decidido cruzar el umbral de esa puerta y hacer lo necesario para arreglar las cosas con ella... Dejando en esa habitación todas sus inquietudes, orgullos, corajes, dolores, todas las cosas del pasado para empezar a forjar un nuevo presente.

Con ganas se intenta, Con huevos se llega - Héctor Murillo